Los Colgajos Microquirúrgicos son una técnica en la que se utiliza un segmento de tejido vascularizado (con vasos sanguíneos) de una parte del cuerpo y se transfiere a otra zona que necesita reconstrucción o reparación. Este segmento de tejido se llama colgajo y puede ser utilizado para reparar defectos en la piel, músculo, hueso, nervios u otros tejidos.

¿En qué caso se utiliza esta técnica?

-Reconstrucción mamaria: Después de una mastectomía, se pueden utilizar Colgajos Quirúrgicos para reconstruir el seno. Estos colgajos pueden provenir de diferentes áreas del cuerpo, como el abdomen (colgajo DIEP o TRAM), la espalda (colgajo dorsal ancho) o los glúteos (colgajo SGAP o IGAP).

-Reconstrucción de cabeza y cuello: En casos de cáncer o traumatismos en la cabeza y el cuello, se pueden utilizar Colgajos Quirúrgicos para reconstruir áreas como la mandíbula, el cuero cabelludo, la nariz o el cuello. Estos colgajos pueden provenir de diferentes áreas cercanas, como la piel y los tejidos musculares del cuello o el hombro.

-Reconstrucción de extremidades: Después de una amputación o lesión traumática en una extremidad, se pueden utilizar Colgajos Quirúrgicos para reconstruir tejidos, como músculos, piel y vasos sanguíneos, y restaurar la funcionalidad y la apariencia de la extremidad.

-Reconstrucción facial: En casos de deformidades faciales congénitas o adquiridas, se pueden utilizar Colgajos Quirúrgicos para reconstruir áreas como la nariz, los labios, las mejillas o los párpados, utilizando tejidos de otras áreas del cuerpo.

Cabe destacar que la decisión de utilizar Colgajos Quirúrgicos en un procedimiento de reconstrucción se basa en una evaluación individualizada de las necesidades y características del paciente. Se evaluará la situación y determinará qué tipo de colgajo es el más adecuado para lograr los mejores resultados funcionales y estéticos. Además, la elección del colgajo también dependerá de la disponibilidad de tejido en el paciente y de su estado general de salud.