La otoplastia es un procedimiento quirúrgico diseñado para corregir las deformidades o irregularidades en la forma, posición o tamaño de las orejas. También se conoce como cirugía estética de las orejas.

¿En qué casos es recomendable?

Orejas prominentes: Si tienes orejas que sobresalen en exceso y esto afecta tu apariencia física o causa incomodidad psicológica, la otoplastia puede ser recomendable. Esta cirugía reposiciona las orejas más cerca de la cabeza, creando un perfil más equilibrado y natural.

Orejas asimétricas: Si tus orejas tienen una forma o posición desigual, la otoplastia puede ayudar a corregir esta asimetría y lograr una apariencia más simétrica y armónica.

Lóbulos rasgados o estirados: Si tus lóbulos de las orejas están rasgados debido a perforaciones extensas, uso de aretes pesados o lesiones, la otoplastia puede reparar y reconstruir los lóbulos, devolviéndoles una apariencia natural.

Malformaciones congénitas: Si naciste con alguna malformación en las orejas, como la ausencia parcial o total de ellas (microtia), la otoplastia reconstructiva puede ayudar a corregir esta condición y restaurar la apariencia normal de las orejas.

 ¿Cuáles son los cuidados posteriores?

  • Vendaje: Después de la cirugía, se colocará un vendaje alrededor de tus orejas para protegerlas y ayudar a mantener su nueva forma. Es posible que también se utilicen vendajes compresivos para reducir la hinchazón y promover la cicatrización. Es esencial mantener estos vendajes intactos según las instrucciones de tu cirujano.
  • Reposo y cuidado de la cabeza: Durante los primeros días o semanas después de la cirugía, es recomendable descansar y evitar actividades físicas extenuantes. También es importante mantener la cabeza elevada mientras duermes para reducir la hinchazón.
  • Medicación y cuidado de heridas: Tu cirujano puede recetarte medicamentos para aliviar el dolor y reducir la posibilidad de infección. Sigue las indicaciones sobre el uso y la dosificación de los medicamentos. También es fundamental mantener las heridas limpias y secas, siguiendo las instrucciones proporcionadas por el cirujano.
  • Evitar ciertas actividades: Durante las primeras semanas después de la cirugía, es importante evitar actividades que puedan ejercer presión o tensión en las orejas, como usar auriculares, practicar deportes de contacto o realizar movimientos bruscos que podrían dañar la zona operada.
  • Protección solar: Después de una otoplastia, las orejas pueden ser sensibles a la exposición solar. Es recomendable protegerlas con un sombrero o aplicar protector solar en la zona para evitar quemaduras y decoloración.
  • Visitas de seguimiento: Es probable que debas programar visitas de seguimiento con tu cirujano para evaluar la progresión de la cicatrización y realizar ajustes si es necesario. Sigue las recomendaciones de tu médico en cuanto a las citas de seguimiento.